Brunch Magazine | Una revista de moda para gente que no lee revistas de moda

PADRES DE CINE

  • Tom Selleck en "Tres hombres y un bebe".

    El conflicto implícito en la relación materno-filial siempre ha sido el núcleo duro de buena parte del mejor melodrama cinematográfico, desde "Sonata de otoño" de Bergman hasta el "Mommy" de Xavier Dolan.

    El complejo de Edipo siempre ha sido la llave maestra para abrir el cerrojo del drama más desaforado. Pero... ¿dónde queda la figura del padre en los paisajes de pantalla grande?

    El padre: ese gran desconocido en casa. Mientras siendo niños admiramos cada gesto de nuestra madre, nuestra guía del mundo, detrás nuestro padre reclamaba nuestro afecto y hoy, siendo su día, se lo daremos.

    Padre no hay más que uno, pero aquí os mostramos diez:

  • ORDET (1955)

    Un padre granjero con tres hijos, cada cuál con sus historias, cada uno diferente (uno más convencional, otro filósofo al que se le toma por loco, un tercero enamorado de quien no debe), en la obra maestra de Dreyer (director de "Vampyr" y de "La pasión de Juana de Arco", cineasta que supuso una de las mayores influencias para Lars Von Trier). Dudas existenciales, incertidumbres religiosas y una figura paterna que rompe el corazón. Y por encima de todo el milagro...

  • CAMINO A LA PERDICIÓN (2002)

    Tras el boom de la tierna y caústica American Beauty, un oscarizado Sam Mendes en plena forma optó por adaptar la novela gráfica de Max Allan Collins y Richard Piers Rayner con Tom Hanks padre del niño protagonista, lujosamente secundado por un Paul Newman en el dulce ocaso de su apabullante carrera. El resultado fue una de las más refinadas, tremendas e infravaloradas películas de gangsters de todos los tiempos y un retrato paterno para el recuerdo.

  • TRES HOMBRES Y UN BEBE (1987)

    Remake de la exitosa comedia francesa "Tres solteros y un biberón", en esta versión USA (dirigida, atención, por Mr. Spock) en la que uno no puede dejar de pensar en lo estupendo que sería que tres apuestos galanes cómicos como Tom Selleck, Ted Danson y Steven Guttemberg te diesen el biberón... Tres simpáticos padres que además se enfrentan a una leyenda urbana más allá de la película, ya que, al parecer (y bien visible, desde luego) en una escena se ve el fantasma real de un niño, pero esta ya es otra historia...

  • FLORES ROTAS (2005)

    ¿Cómo ser buen padre si ni siquiera sabes que lo eres?. Si no, que se lo digan a un Bill Murray recién salido de "Lost in Translation", de vuelta al ruedo en la mejor película de Jim Jarmusch desde "Extraños en el paraíso". Un bala perdida que recibe una anónima misiva informándole de que tiene un hijo. De este modo, nuestro cazafantasma favorito emprenderá un viaje iniciático visitando a sus posibles amantes. ¿Quién será la madre? ¿Jessica Lange, Tilda Swinton, Sharon Stone o Frances Conroy?. Algo sí os diré: la hija es Chole Sevigny.

  • BIG FISH (2003)

    Tim Burton, que siempre se había llevado mal con su padre, no pudo despedirse de él cuando este falleció y en Big Fish aprovechó para brindarle un sentido adiós a través de la fantasía, en esta bonita y quizá algo abigarrada película acerca de cómo recordamos, de cómo reinventamos el pasado en nuestro recuerdo y de cómo, quizá esa fantasía sea finalmente real.

  • EL RESPLANDOR (1980)

    El padre, esa figura protectora que a la vez puede tornarse en figura monstruosa. El mundo de un niño que se desmorona cuando entiende que debe tratar de defenderse de esa persona que en teoría debería protegerle. El laberinto en el que uno debe esconderse de su padre, para sobrevivir, en esta obra maestra del terror que convirtió la entretenida novela de Stephen King en una hipnótica pieza fundamental para entender el lenguaje cinematográfico contemporáneo, de la mano de Stanley Kubrick.

  • AFLICCIÓN (1997)

    Paul Schrader, guionista de Taxi Driver, dirige este abrumador drama nevado en torno a un hijo, Nick Nolte, que teme repetir con su propia familia los violentos patrones fomentados por su padre, un impresionante James Coburn en un cara a cara que supuso uno de los grandes duelos interpretativos masculinos del cine americano de los noventa.

  • POZOS DE AMBICIÓN (2007)

    Paul Thomas Anderson, tras emular a Tarantino en Boogie Nights y a Robert Atlman en Magnolia, dio el do de pecho en esta, su gran obra maestra a día de hoy, film en el que parece estar poseído por el mismísimo espíritu de Orson Welles. Los orígenes de Estados Unidos a través de la fábula de un padre déspota y terrible (uno de los mejores papeles de Daniel Day Lewis) que, ante la aterrorizada mirada de su hijo, se enfrentará a un pastor religioso dispuesto a plantarle cara. Un clásico contemporáneo.

  • THE ROAD (2009)

    Pocas veces en el cine reciente se ha sentido tanto la química entre un padre y un hijo desde una butaca de cine. Es imposible pensar que Viggo Mortensen no es padre de ese niño al que pretende salvar del post-apocalipsis, en un mundo devastado y amoral donde la madre ya solo es un recuerdo lejano al que no conviene volver. Magnífica adaptación de Cormac McCarthy por parte de John Hillcoat (Sin ley).

  • UNA HISTORIA DEL BRONX(1993)

    La ópera prima de Robert De Niro como director sorprendió por su nivel empático a tenor de este nostálgico retrato de un padre humilde que trata de que su hijo no entre en la mafia del Bronx. Lo más curioso es que el papel que en teoría todo el mundo pensaba que se iba a reservar De Niro para sí mismo, el de mafioso, se lo dio a Chazz Palminteri (de moda en aquellos días por interpretar al mafioso de Balas sobre Broadway) haciendo él de sufrido progenitor, papel que bordó, como no podía de otra manera, por supuesto.

  • Tom Selleck en "Tres hombres y un bebe".

    El conflicto implícito en la relación materno-filial siempre ha sido el núcleo duro de buena parte del mejor melodrama cinematográfico, desde "Sonata de otoño" de Bergman hasta el "Mommy" de Xavier Dolan.

    El complejo de Edipo siempre ha sido la llave maestra para abrir el cerrojo del drama más desaforado. Pero... ¿dónde queda la figura del padre en los paisajes de pantalla grande?

    El padre: ese gran desconocido en casa. Mientras siendo niños admiramos cada gesto de nuestra madre, nuestra guía del mundo, detrás nuestro padre reclamaba nuestro afecto y hoy, siendo su día, se lo daremos.

    Padre no hay más que uno, pero aquí os mostramos diez:

  • ORDET (1955)

    Un padre granjero con tres hijos, cada cuál con sus historias, cada uno diferente (uno más convencional, otro filósofo al que se le toma por loco, un tercero enamorado de quien no debe), en la obra maestra de Dreyer (director de "Vampyr" y de "La pasión de Juana de Arco", cineasta que supuso una de las mayores influencias para Lars Von Trier). Dudas existenciales, incertidumbres religiosas y una figura paterna que rompe el corazón. Y por encima de todo el milagro...

  • CAMINO A LA PERDICIÓN (2002)

    Tras el boom de la tierna y caústica American Beauty, un oscarizado Sam Mendes en plena forma optó por adaptar la novela gráfica de Max Allan Collins y Richard Piers Rayner con Tom Hanks padre del niño protagonista, lujosamente secundado por un Paul Newman en el dulce ocaso de su apabullante carrera. El resultado fue una de las más refinadas, tremendas e infravaloradas películas de gangsters de todos los tiempos y un retrato paterno para el recuerdo.

  • TRES HOMBRES Y UN BEBE (1987)

    Remake de la exitosa comedia francesa "Tres solteros y un biberón", en esta versión USA (dirigida, atención, por Mr. Spock) en la que uno no puede dejar de pensar en lo estupendo que sería que tres apuestos galanes cómicos como Tom Selleck, Ted Danson y Steven Guttemberg te diesen el biberón... Tres simpáticos padres que además se enfrentan a una leyenda urbana más allá de la película, ya que, al parecer (y bien visible, desde luego) en una escena se ve el fantasma real de un niño, pero esta ya es otra historia...

  • FLORES ROTAS (2005)

    ¿Cómo ser buen padre si ni siquiera sabes que lo eres?. Si no, que se lo digan a un Bill Murray recién salido de "Lost in Translation", de vuelta al ruedo en la mejor película de Jim Jarmusch desde "Extraños en el paraíso". Un bala perdida que recibe una anónima misiva informándole de que tiene un hijo. De este modo, nuestro cazafantasma favorito emprenderá un viaje iniciático visitando a sus posibles amantes. ¿Quién será la madre? ¿Jessica Lange, Tilda Swinton, Sharon Stone o Frances Conroy?. Algo sí os diré: la hija es Chole Sevigny.

  • BIG FISH (2003)

    Tim Burton, que siempre se había llevado mal con su padre, no pudo despedirse de él cuando este falleció y en Big Fish aprovechó para brindarle un sentido adiós a través de la fantasía, en esta bonita y quizá algo abigarrada película acerca de cómo recordamos, de cómo reinventamos el pasado en nuestro recuerdo y de cómo, quizá esa fantasía sea finalmente real.

  • EL RESPLANDOR (1980)

    El padre, esa figura protectora que a la vez puede tornarse en figura monstruosa. El mundo de un niño que se desmorona cuando entiende que debe tratar de defenderse de esa persona que en teoría debería protegerle. El laberinto en el que uno debe esconderse de su padre, para sobrevivir, en esta obra maestra del terror que convirtió la entretenida novela de Stephen King en una hipnótica pieza fundamental para entender el lenguaje cinematográfico contemporáneo, de la mano de Stanley Kubrick.

  • AFLICCIÓN (1997)

    Paul Schrader, guionista de Taxi Driver, dirige este abrumador drama nevado en torno a un hijo, Nick Nolte, que teme repetir con su propia familia los violentos patrones fomentados por su padre, un impresionante James Coburn en un cara a cara que supuso uno de los grandes duelos interpretativos masculinos del cine americano de los noventa.

  • POZOS DE AMBICIÓN (2007)

    Paul Thomas Anderson, tras emular a Tarantino en Boogie Nights y a Robert Atlman en Magnolia, dio el do de pecho en esta, su gran obra maestra a día de hoy, film en el que parece estar poseído por el mismísimo espíritu de Orson Welles. Los orígenes de Estados Unidos a través de la fábula de un padre déspota y terrible (uno de los mejores papeles de Daniel Day Lewis) que, ante la aterrorizada mirada de su hijo, se enfrentará a un pastor religioso dispuesto a plantarle cara. Un clásico contemporáneo.

  • THE ROAD (2009)

    Pocas veces en el cine reciente se ha sentido tanto la química entre un padre y un hijo desde una butaca de cine. Es imposible pensar que Viggo Mortensen no es padre de ese niño al que pretende salvar del post-apocalipsis, en un mundo devastado y amoral donde la madre ya solo es un recuerdo lejano al que no conviene volver. Magnífica adaptación de Cormac McCarthy por parte de John Hillcoat (Sin ley).

  • UNA HISTORIA DEL BRONX(1993)

    La ópera prima de Robert De Niro como director sorprendió por su nivel empático a tenor de este nostálgico retrato de un padre humilde que trata de que su hijo no entre en la mafia del Bronx. Lo más curioso es que el papel que en teoría todo el mundo pensaba que se iba a reservar De Niro para sí mismo, el de mafioso, se lo dio a Chazz Palminteri (de moda en aquellos días por interpretar al mafioso de Balas sobre Broadway) haciendo él de sufrido progenitor, papel que bordó, como no podía de otra manera, por supuesto.

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