Empecemos por un amago de definición: ¿qué es Rubenimichi? Un monstruo de tres cabezas con mucho arte.
¿Por qué ellos? Porque esta semana sale a la luz su próxima exposición, Sol Negro, que se presenta en la Fresh Gallery el 20 de febrero. Y porque nos apetecía mucho ver su casa y entrevistarles, las cosas como son.
¿Y de qué fue la movida? Pues de Saturno y de saturnales, de magia y de ocultismo, de estados alterados de conciencia y de lo raro y lo distinto como máxima de una estética de la vida.
¿Balance? Unas criaturas inquietantes y la mar de saladas, como sus cuadros.
El título de vuestra expo, Sol Negro, hace referencia a Saturno, uno de los dioses con más impacto simbólico, místico y artístico. ¿Por qué él?
A nosotros nos gustan mucho los documentales y nos pasaron uno sobre unas teorías muy locas de un nuevo orden mundial. Todo estaba maquinado en Saturno y era proyectado por él hacia la luna y de la luna hacia aquí. Más o menos. Después de verlo, nos obsesionamos con Saturno. Además, estamos en una época muy oscura en nuestra pintura. Nos gusta mucho el negro. De pronto, conocemos la historia de Saturno y precisamente él es eso, la oscuridad, un sol negro que representa el lado oscuro que tiene todo el mundo. Además, esta idea nos encajaba con nuestro interés por una estética de los vencidos, de lo decadente, de lo antiheroico.