Brunch Magazine | Una revista de moda para gente que no lee revistas de moda

No estás solo: parejas de cine y televisión que tampoco funcionaron
  • ¡Ya llega San Valentín! ¡Cuerpo a tierra! Una vez más nos encontramos en el día más cargado de azúcar del año. En la calle se respira amor, en las tiendas nos venden romance y nuestras redes sociales se convierten en un escaparate de relaciones perfectas con mensajes dignos de películas Disney. ¡Viva!

    El día de los enamorados también invade la pequeña pantalla, con programas especiales y películas para ver en pareja, como Love actually (Richard Curtis, 2003), todo un clásico; la multitudinaria Historias de San Valentín (Garry Marshall, 2010); o El diario de Noah (Nick Cassavetes, 2004).

    El caso de esta última es, precisamente, paradójico, ya que a pesar de que en pantalla se querían como en una canción de Camela, fuera de ella sus protagonistas no se podían ni ver. De hecho el actor Ryan Gosling le pidió a su director que por favor reemplazase a Rachel McAdams por otra actriz con la que pudiese, al menos, fingir algo de interés. Cassavetes tuvo que encerrarlos en una habitación y, después de gritarse, todo fue mejor e incluso se hicieron novios.

    La falta de química en pantalla es una de las causas del fracaso de muchas películas, y la labor de los directores de casting es clave a la hora de que las historias que se cuentan funcionen. Por eso, para celebrar nuestro peculiar San Valentín, hemos hecho una lista con parejas problemáticas, improbables y artificiales del cine y la televisión. Porque, para irresistibles, aún podemos ver en cartel La La Land.

  • NICOLE KIDMAN & WILL FERRELL:

    Hace más de diez años Hollywood pensó que sería una buena idea revisar la famosísima serie Embrujada con una versión para el cine que, sobre el papel, no tenía mala pinta. El problema es que después alguien tuvo otra idea "mejor": que el matrimonio protagonista estuviera interpretado por la australiana Nicole Kidman y el actor cómico Will Ferrell, y claro... pasó lo que pasó. Aquello no había por donde cogerlo. A la vista no hacían daño, pero, entre que Kidman venía de rodar Reencarnación (Jonathan Glazer, 2004), en la que su pareja era un niño de diez años, y su imagen de actriz "fría", ni público ni crítico compraron esta relación cinematográfica.

    KATIE HOMES & CHRISTIAN BALE:

    Christian Bale es uno de esos actores distantes y a los que cuesta ver en un papel romántico. Quizá porque se toma demasiado en serio o simplemente por la elección de sus papeles, pero lo cierto es que a su lado Katie Holmes, en Batman Begins (Christopher Nolan, 2004) se le quedaba pequeña. Su papel apenas tenía relevancia en la película y, de hecho, cuatro años más tarde la actriz declinó volver a aparecer en el mismo papel en la siguiente película del Caballero Oscuro. Fue sustituida por Maggie Gyllenhaal, a la que sí nos creímos junto a Bale, quizá porque los dos son dos intérpretes ajenos a cualquier cliché.

  • MERYL STREEP & DUSTIN HOFFMAN:

    Los elegimos no por falta de química, sino por sus particulares métodos de trabajo. Ambos ganaron el Oscar por sus papeles en la legendaria Kramer contra Kramer (Robert Benton, 1979). La estrella entonces era Hoffman, y Streep una recién llegada con apenas diez títulos a sus espaldas que sin embargo no tuvo reparos en sugerir, y exigir, cambios en el guión y la historia del título, algo que el ego del actor no encajó demasiado bien. A cambio, este no tuvo ningún problema en abofetearla para preparar una escena o estallar una copa de vino, sin avisar, para conseguir una reacción más auténtica.

    ANA OBREGÓN & ROBERTO ÁLVAREZ:

    La serie llegó a buen puerto, y fue un éxito, probablemente porque productores y espectadores todavía siguen con medicación para comprenderla, y era mucho más fácil decir que sí a todo. Ana Obregón como cabaretera moderna/Mary Poppins castiza era ya difícil de encajar, y su forzada química en pantalla con el actor Roberto Álvarez, que daba vida al viudo protagonista, era la representación visual de arañar una pizarra. Obviamente todo era idea de Obregón, creadora de la serie, que pensó que nos creeríamos una historia en la que se supone que debía triunfar el amor y la felicidad y lo que hizo fue aumentar el consumo masivo de tranquilizantes.

  • ANGELINA JOLIE & JOHNNY DEEP:

    Cuando la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood nominó a The tourist (Florian Henckel von Donnersmarck, 2010) como mejor comedia en los Globos de Oro, y a sus protagonistas como mejores actores, las bromas a costa de la malísima película no se hicieron esperar. Tampoco sorprendió que un año después el propio Johnny Deep confesara que aún no había visto la película. Lo cierto es que no hay por donde cogerla ni resulta creíble la pareja protagonista, un muestra de talento desaprovechado y un ejemplo de que por muy famosos que sean los actores, mal emparejados solo puede ser malas noticias.

    NATALIE PORTMAN & ASHTON KUTCHER:

    Después de ganarlo todo por Cisne Negro (Darren Aronofsky, 2010), Natalie Portman se pegó el lujazo de hacer películas malas y comedias románticas. Con Ashton Kutcher nos regaló un bodrio adolescente poco habitual en la carrera de una de las actrices que más en serio se toman a sí mismas. Para Kutcher este tipo de historias son habituales pero sorprendió verla a ella en una comedia ligera como esta, quizá por eso cuesta creérselos como pareja. Lo mismo le pasó con James Franco en Caballeros, princesas y otras bestias (David Gordon Green, 2011) o Chris Hemsworth en Thor (Kenneth Branagh, 2011).

  • EMILIO ARAGON & LYDIA BOSCH & BELÉN RUEDA:

    La pareja formada por Aragón y Bosch en la serie Médico de Familia no podía ser más empalagosa... hasta que llegó Belén Rueda. El argumento y las situaciones se hicieron entonces todavía más tremendas hasta el punto de sentir esa culpabilidad que solo se siente cuando estamos enganchados a los famosos "placeres culpables". Al final la única que consiguió lo que buscaba fue Belén Rueda que continuó con su papel en la serie Periodistas y luego, rescatada por Amenábar, se convirtió en una de las actrices más consideradas del panorama cinematográfico español, con premio Goya incluido y una carrera notable.

    SARAH JESSICA PARKER & ...CUALQUIERA:

    Después de ver cómo funcionaban en pantalla ella y Chris Noth en la serie Sexo en Nueva York, es difícil imaginarse a esta actriz no solo en otro papel, sino con otro compañero de reparto. Lo intento con Matthew McConaughey, con Dermot Mulroney, con Hugh Grant, e incluso con Pierce Brosnan (la versión deluxe de Chris Noth) y... nada. No ayuda que las películas fuesen infumables, y tampoco que quisiese ser Carrie en todas y cada una de las películas. Ahora rueda de nuevo junto a Thomas Haden Church en una serie hecha a medida, Divorce, que quizá sirva para demostrarnos que hay vida más allá de Mr. Big.

  • ¡Ya llega San Valentín! ¡Cuerpo a tierra! Una vez más nos encontramos en el día más cargado de azúcar del año. En la calle se respira amor, en las tiendas nos venden romance y nuestras redes sociales se convierten en un escaparate de relaciones perfectas con mensajes dignos de películas Disney. ¡Viva!

    El día de los enamorados también invade la pequeña pantalla, con programas especiales y películas para ver en pareja, como Love actually (Richard Curtis, 2003), todo un clásico; la multitudinaria Historias de San Valentín (Garry Marshall, 2010); o El diario de Noah (Nick Cassavetes, 2004).

    El caso de esta última es, precisamente, paradójico, ya que a pesar de que en pantalla se querían como en una canción de Camela, fuera de ella sus protagonistas no se podían ni ver. De hecho el actor Ryan Gosling le pidió a su director que por favor reemplazase a Rachel McAdams por otra actriz con la que pudiese, al menos, fingir algo de interés. Cassavetes tuvo que encerrarlos en una habitación y, después de gritarse, todo fue mejor e incluso se hicieron novios.

    La falta de química en pantalla es una de las causas del fracaso de muchas películas, y la labor de los directores de casting es clave a la hora de que las historias que se cuentan funcionen. Por eso, para celebrar nuestro peculiar San Valentín, hemos hecho una lista con parejas problemáticas, improbables y artificiales del cine y la televisión. Porque, para irresistibles, aún podemos ver en cartel La La Land.

  • NICOLE KIDMAN & WILL FERRELL:

    Hace más de diez años Hollywood pensó que sería una buena idea revisar la famosísima serie Embrujada con una versión para el cine que, sobre el papel, no tenía mala pinta. El problema es que después alguien tuvo otra idea "mejor": que el matrimonio protagonista estuviera interpretado por la australiana Nicole Kidman y el actor cómico Will Ferrell, y claro... pasó lo que pasó. Aquello no había por donde cogerlo. A la vista no hacían daño, pero, entre que Kidman venía de rodar Reencarnación (Jonathan Glazer, 2004), en la que su pareja era un niño de diez años, y su imagen de actriz "fría", ni público ni crítico compraron esta relación cinematográfica.

    KATIE HOMES & CHRISTIAN BALE:

    Christian Bale es uno de esos actores distantes y a los que cuesta ver en un papel romántico. Quizá porque se toma demasiado en serio o simplemente por la elección de sus papeles, pero lo cierto es que a su lado Katie Holmes, en Batman Begins (Christopher Nolan, 2004) se le quedaba pequeña. Su papel apenas tenía relevancia en la película y, de hecho, cuatro años más tarde la actriz declinó volver a aparecer en el mismo papel en la siguiente película del Caballero Oscuro. Fue sustituida por Maggie Gyllenhaal, a la que sí nos creímos junto a Bale, quizá porque los dos son dos intérpretes ajenos a cualquier cliché.

  • MERYL STREEP & DUSTIN HOFFMAN:

    Los elegimos no por falta de química, sino por sus particulares métodos de trabajo. Ambos ganaron el Oscar por sus papeles en la legendaria Kramer contra Kramer (Robert Benton, 1979). La estrella entonces era Hoffman, y Streep una recién llegada con apenas diez títulos a sus espaldas que sin embargo no tuvo reparos en sugerir, y exigir, cambios en el guión y la historia del título, algo que el ego del actor no encajó demasiado bien. A cambio, este no tuvo ningún problema en abofetearla para preparar una escena o estallar una copa de vino, sin avisar, para conseguir una reacción más auténtica.

    ANA OBREGÓN & ROBERTO ÁLVAREZ:

    La serie llegó a buen puerto, y fue un éxito, probablemente porque productores y espectadores todavía siguen con medicación para comprenderla, y era mucho más fácil decir que sí a todo. Ana Obregón como cabaretera moderna/Mary Poppins castiza era ya difícil de encajar, y su forzada química en pantalla con el actor Roberto Álvarez, que daba vida al viudo protagonista, era la representación visual de arañar una pizarra. Obviamente todo era idea de Obregón, creadora de la serie, que pensó que nos creeríamos una historia en la que se supone que debía triunfar el amor y la felicidad y lo que hizo fue aumentar el consumo masivo de tranquilizantes.

  • ANGELINA JOLIE & JOHNNY DEEP:

    Cuando la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood nominó a The tourist (Florian Henckel von Donnersmarck, 2010) como mejor comedia en los Globos de Oro, y a sus protagonistas como mejores actores, las bromas a costa de la malísima película no se hicieron esperar. Tampoco sorprendió que un año después el propio Johnny Deep confesara que aún no había visto la película. Lo cierto es que no hay por donde cogerla ni resulta creíble la pareja protagonista, un muestra de talento desaprovechado y un ejemplo de que por muy famosos que sean los actores, mal emparejados solo puede ser malas noticias.

    NATALIE PORTMAN & ASHTON KUTCHER:

    Después de ganarlo todo por Cisne Negro (Darren Aronofsky, 2010), Natalie Portman se pegó el lujazo de hacer películas malas y comedias románticas. Con Ashton Kutcher nos regaló un bodrio adolescente poco habitual en la carrera de una de las actrices que más en serio se toman a sí mismas. Para Kutcher este tipo de historias son habituales pero sorprendió verla a ella en una comedia ligera como esta, quizá por eso cuesta creérselos como pareja. Lo mismo le pasó con James Franco en Caballeros, princesas y otras bestias (David Gordon Green, 2011) o Chris Hemsworth en Thor (Kenneth Branagh, 2011).

  • EMILIO ARAGON & LYDIA BOSCH & BELÉN RUEDA:

    La pareja formada por Aragón y Bosch en la serie Médico de Familia no podía ser más empalagosa... hasta que llegó Belén Rueda. El argumento y las situaciones se hicieron entonces todavía más tremendas hasta el punto de sentir esa culpabilidad que solo se siente cuando estamos enganchados a los famosos "placeres culpables". Al final la única que consiguió lo que buscaba fue Belén Rueda que continuó con su papel en la serie Periodistas y luego, rescatada por Amenábar, se convirtió en una de las actrices más consideradas del panorama cinematográfico español, con premio Goya incluido y una carrera notable.

    SARAH JESSICA PARKER & ...CUALQUIERA:

    Después de ver cómo funcionaban en pantalla ella y Chris Noth en la serie Sexo en Nueva York, es difícil imaginarse a esta actriz no solo en otro papel, sino con otro compañero de reparto. Lo intento con Matthew McConaughey, con Dermot Mulroney, con Hugh Grant, e incluso con Pierce Brosnan (la versión deluxe de Chris Noth) y... nada. No ayuda que las películas fuesen infumables, y tampoco que quisiese ser Carrie en todas y cada una de las películas. Ahora rueda de nuevo junto a Thomas Haden Church en una serie hecha a medida, Divorce, que quizá sirva para demostrarnos que hay vida más allá de Mr. Big.

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