Mucho hemos digerido ya desde que aparecieron los primeros restaurantes fusión, aquellos tímidos atisbos de mezclar, casi siempre bajo el ambiguo paraguas "cocina asiática", cualquier cosita con la entonces exótica salsa de soja.
El mix gastronómico está on fire y no es que todo valga, sino que la cocina le ha perdido el miedo a la globalización. Hoy os traemos una selección de restaurantes fusión con mezclas que pueden parecer imposibles, pero que existen y son verdaderamente fascinantes... y exquisitas. ¿Preparados para salivar?
PEYOTE SAN (Madrid, España):
Un poquito de México y un poquito de Japón, así de loca suena la propuesta de uno de los hot spot advenedizos en la capital española. Pero no dejéis que os perturbe la visión de Frida Kalho vestida de geisha: la mixología es cosa del Grupo Larrumba y éstos nunca dan puntada sin hilo: Ostras Gillardeau con ponzu y pico de gallo, nigiri de pollo confitado con mole verde y el temaki de huitlacoche y shiso son algunas de las sorprendentes mezclas que podemos encontrar. ¿Nuestro favorito? La costilla de res en teriyaki con Yuca frita y encurtidos, una auténtica sublimación de los Imperios Inca y del Sol Naciente así, dos por uno.
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APOCALYPSIS (Patmos, Grecia)
La tradición gastronómica griega abrazando a la japonesa: Esa es la propuesta del chef Christos Xeraxoudis en este espectacular restaurante en la remota y diminuta isla de Patmos, lugar donde San Juan escribió el Apocalipsis. Esa es la razón que da nombre al restaurante y no lo marciano de su propuesta gastronómica que es una auténtica delicia: Su pulpo a la brasa con mermelada yuzu o su bogavante kritharoto harían resucitar al mismísimo Jesucristo. Si a eso le añadimos su privilegiada ubicación frente al Egeo, con vistas a Tragonisi y la bahía de Grikos, embarcadero propio y una terraza que es un auténtico espectáculo las noches de luna llena, ¿Se te ocurre un fin del mundo mejor?.
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ASIA DE CUBA (NY, Londres, Abu Dhabi, Barhaim)
¿Qué tiene que ver la comida asiática con la cocina cubana? Nada, pero el Barrio Chino de La Habana es uno de los más grandes y antiguos de Latinoamérica, nacido en las migraciones de trabajadores asiáticos para cultivar la caña de azúcar en el siglo XIX. Ese asentamiento y mix cultural fue el germen de lo que hoy en día se conoce como chino-latino en términos gastronómicos, algo que el chef cubano Luis Pous ha sabido explotar y exportar desde Nueva York a otras ciudades como Londres, Abu Dhabi y Dubai. El lechón asado con arroz jazmín y edamame, o la palomilla marinada con papaya y jengibre son algunas de sus riquísimas especialidades asiático-cubanas.
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BOCA (Madrid , España)
¿Te imaginas que el relleno de un dim-sum con los callos que prepara tu abuela? Pues deja de soñar porque la fusión oriental-castiza es ya una realidad en Boca, el restaurante más canalla de Chamberí. China, Vietnam o Tailandia recalan en este curioso local de la Calle Luchana para rozarse y enredarse con las especialidades más cañís: cocido en ramen, tortilla de patata al estilo Din Tai Fung, dumplings de oreja de cerdo... Una prueba fehaciente de que a lo asiático no hay nada que se le resista, por cheli que sea.
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W- DEL IMBISS (Berlín, Alemania)
INDO-MEXI-CAL-ITAL. No son letras de una secuencia de Fibonacci, sino las siglas de la multitud de cocinas que fusiona este restaurante: indhi, mejicana, californiana e italiana. ¡Ah! Y con predominancia de especialidades veganas, porque cuando los berlineses se ponen en modernos no hay quien les gane. Naan pizzas, tacos de pescado o burritos de alcachofa al pesto son algunas de las aparentemente imposibles mezclas que encontramos en este ecléctico restaurante que está, como no podía ser de otra forma, en el corazón de Mitte.
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IKIBANA (Barcelona, España)
En 1908 el ?Kasato Maru?, un barco de pasajeros, llegó a Brasil con los primeros inmigrantes japoneses. Con ellos llegaron también los preciados ingredientes y recetas del Imperio del Sol. Más de cien años depués la tradición culinaria nipo-brasileña tiene fama mundial y una fuerte identidad propia, pero no tenemos que cruzar el charco para degustarla: En Barcelona Ikibana ofrece ese peculiar mix en especialidades como el Uramaki de Picanha o el Tetamaki Samba Tropical con atún y papaya. Si quieres saber cómo suena en tu paladar la bossa nova a ritmo de taiko, no dudes en visitar cualquiera de sus tres restaurantes en Sarrià, Paral·lel o el Born.
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Mucho hemos digerido ya desde que aparecieron los primeros restaurantes fusión, aquellos tímidos atisbos de mezclar, casi siempre bajo el ambiguo paraguas "cocina asiática", cualquier cosita con la entonces exótica salsa de soja.
El mix gastronómico está on fire y no es que todo valga, sino que la cocina le ha perdido el miedo a la globalización. Hoy os traemos una selección de restaurantes fusión con mezclas que pueden parecer imposibles, pero que existen y son verdaderamente fascinantes... y exquisitas. ¿Preparados para salivar?
PEYOTE SAN (Madrid, España):
Un poquito de México y un poquito de Japón, así de loca suena la propuesta de uno de los hot spot advenedizos en la capital española. Pero no dejéis que os perturbe la visión de Frida Kalho vestida de geisha: la mixología es cosa del Grupo Larrumba y éstos nunca dan puntada sin hilo: Ostras Gillardeau con ponzu y pico de gallo, nigiri de pollo confitado con mole verde y el temaki de huitlacoche y shiso son algunas de las sorprendentes mezclas que podemos encontrar. ¿Nuestro favorito? La costilla de res en teriyaki con Yuca frita y encurtidos, una auténtica sublimación de los Imperios Inca y del Sol Naciente así, dos por uno.
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APOCALYPSIS (Patmos, Grecia)
La tradición gastronómica griega abrazando a la japonesa: Esa es la propuesta del chef Christos Xeraxoudis en este espectacular restaurante en la remota y diminuta isla de Patmos, lugar donde San Juan escribió el Apocalipsis. Esa es la razón que da nombre al restaurante y no lo marciano de su propuesta gastronómica que es una auténtica delicia: Su pulpo a la brasa con mermelada yuzu o su bogavante kritharoto harían resucitar al mismísimo Jesucristo. Si a eso le añadimos su privilegiada ubicación frente al Egeo, con vistas a Tragonisi y la bahía de Grikos, embarcadero propio y una terraza que es un auténtico espectáculo las noches de luna llena, ¿Se te ocurre un fin del mundo mejor?.
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ASIA DE CUBA (NY, Londres, Abu Dhabi, Barhaim)
¿Qué tiene que ver la comida asiática con la cocina cubana? Nada, pero el Barrio Chino de La Habana es uno de los más grandes y antiguos de Latinoamérica, nacido en las migraciones de trabajadores asiáticos para cultivar la caña de azúcar en el siglo XIX. Ese asentamiento y mix cultural fue el germen de lo que hoy en día se conoce como chino-latino en términos gastronómicos, algo que el chef cubano Luis Pous ha sabido explotar y exportar desde Nueva York a otras ciudades como Londres, Abu Dhabi y Dubai. El lechón asado con arroz jazmín y edamame, o la palomilla marinada con papaya y jengibre son algunas de sus riquísimas especialidades asiático-cubanas.
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BOCA (Madrid , España)
¿Te imaginas que el relleno de un dim-sum con los callos que prepara tu abuela? Pues deja de soñar porque la fusión oriental-castiza es ya una realidad en Boca, el restaurante más canalla de Chamberí. China, Vietnam o Tailandia recalan en este curioso local de la Calle Luchana para rozarse y enredarse con las especialidades más cañís: cocido en ramen, tortilla de patata al estilo Din Tai Fung, dumplings de oreja de cerdo... Una prueba fehaciente de que a lo asiático no hay nada que se le resista, por cheli que sea.
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W- DEL IMBISS (Berlín, Alemania)
INDO-MEXI-CAL-ITAL. No son letras de una secuencia de Fibonacci, sino las siglas de la multitud de cocinas que fusiona este restaurante: indhi, mejicana, californiana e italiana. ¡Ah! Y con predominancia de especialidades veganas, porque cuando los berlineses se ponen en modernos no hay quien les gane. Naan pizzas, tacos de pescado o burritos de alcachofa al pesto son algunas de las aparentemente imposibles mezclas que encontramos en este ecléctico restaurante que está, como no podía ser de otra forma, en el corazón de Mitte.
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IKIBANA (Barcelona, España)
En 1908 el ?Kasato Maru?, un barco de pasajeros, llegó a Brasil con los primeros inmigrantes japoneses. Con ellos llegaron también los preciados ingredientes y recetas del Imperio del Sol. Más de cien años depués la tradición culinaria nipo-brasileña tiene fama mundial y una fuerte identidad propia, pero no tenemos que cruzar el charco para degustarla: En Barcelona Ikibana ofrece ese peculiar mix en especialidades como el Uramaki de Picanha o el Tetamaki Samba Tropical con atún y papaya. Si quieres saber cómo suena en tu paladar la bossa nova a ritmo de taiko, no dudes en visitar cualquiera de sus tres restaurantes en Sarrià, Paral·lel o el Born.
